La receta es de Indil y con ella me ha alimentado más de una vez. Poco a poco iré sonsacándole todos sus secretos por si un día me abandona aunque me temo que no todas sus recetas serán tan para inútiles como ésta.
INGREDIENTES (para 4 personas, 3 con hambre)
-Masa de hojaldre (mejor si es cuadrada)
-500gr de espinaca congelada picada (si la cogeis de hoja tendreis que picarla vosotros y eso va en contra de la filosofía inútil)
-150gr de queso rallado. Hay unas bolsas con 4 quesos ya mezclados que están muy bien y si quereis le podeis añadir un poco más de queso emmental rallado.
-400ml de nata líquida.
-Ponemos a hervir agua con una cucharada de sal y cuando esté hirviendo echamos las espinacas para que se descongelen. Esto tardará muy poco tiempo.
-Una vez descongelada la espinaca la colamos para quitar el agua.-Volvemos a echar la espinaca en la cazuela sin agua.
-Añadimos la nata y lo mezclamos.
-Añadimos el queso y lo mezclamos bien.
-Preparamos la bandeja del horno cubriéndola con papel de horno. En la foto veis que yo lo hice con papel de aluminio pero luego es mucho más difícil despegar la comida de él. Aprended de mis errores y usad papel de horno que es un papel blanco semitransparente.-Ponemos la masa de hojaldre bien extendida. La que yo cogí era redonda así que tuve que añadir otra masa para completar lo que me faltaba (de ahí la diferencia de color). Es mejor hacerla rectangular porque así es más facil que no se salga el relleno por los bordes.
-Echamos la mezcla en el centro y la extendemos por la masa de hojaldre. Los bordes del hojaldre los doblamos un poco a modo de dique para que haga tope y no se salga la mezcla.
-Lo ponemos al horno unos 20 minutos a máxima potencia y ya está. ¿A qué suena fácil? pues ya sabeis que hacer para comer. Buena pinta tiene y sabe aún mejor.
